
Hoy me amenazaste con recoger tus cosas y marcharte. Nada más escuchar la frase me dio por reír. Cuando las carcajadas me dejaron hablar sólo pude decirte:
—Será que vas a recoger tus cosas de una puñetera vez, porque irte hace tiempo que lo hiciste, aunque sigas durmiendo cada noche a mi lado en la cama.
Galiana

